"...He visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto..."

Este no pretende ser un blog de viaje pero, sin embargo, es la consecuencia, o la razón, de un viaje soñado, que me permitió coleccionar una gran cantidad de fotos, información, leyendas y testimonios que consideré apropiados para compartir con otros que, como yo, adoren las maravillas que atesora este país: Italia.

Espero que lo disfruten:

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miércoles, 27 de febrero de 2013

Roma: transportes de ayer y de hoy

Haciendo un poco de historia, la antigua Roma no era precisamente una ciudad tranquila, dado que su población alcanzó en un momento el número de un millón de habitantes, y estos no circulaban solo de a pie sino que, también, lo hacían a través de diferentes medios de transporte. Los romanos utilizaban una gran cantidad de vehículos, cada uno con características particulares dependiendo de las actividades específicas que desarrollara su usuario. 
Por ejemplo, en la ciudad, como se había prohibido el uso de vehículos de tracción animal, algunas personas utilizaban las camadas o literas (lecticas) y las sillas de gladiador.

Litera - Imagen:  http://nobleyreal.blogspot.com

Las literas beneficiaban principalmente a los más ricos, y eran una especie de cama con dosel, rodeada de cortinas, cuya tracción era ejercida por seis u ocho esclavos que iban abriéndose paso a la voz de “Paso a mi señor”, aunque si este aviso resultaba insuficiente, empujones, codazos y puñetazos servían de la misma manera. Las literas eran más adornadas cuanto más acaudalado era su dueño. La disposición semi-acostada del pasajero, le permitía a este viajar cómodamente relajado y protegido de miradas indiscretas. 
La silla o montura de gladiador, era una silla (sella) pero transportada por esclavos, obviamente en ellas el usuario viajaba sentado. Fue el medio de transporte preferido de Plinio el viejo, que incluso durante sus viajes iba dictando notas al escriba que caminaba a su lado.

Sella romana - Foto web

Los vehículos a tracción animal no eran permitidos en el interior de la antigua Roma, pero fuera de las murallas de la ciudad las personas o las cosas eran transportadas en vagones o carros. Había diferentes tipos de carros, como por ejemplo el essedum, carro de dos ruedas, ligero, para el traslado de una sola persona, arrastrado por un conductor, y que se utilizaba para paseos cortos o movimientos rápidos. Los más acaudalados solían construirlos en materiales preciosos.

Essedum romano - Imagen web

Con un fin similar se utilizaron el cisium, las coninnus y la birotus. El cissium era un carro muy ligero tirado por dos caballos, en el que viajaban dos o tres personas. Ese lo podía alquilar con o sin conductor, y era uno de los medios más veloces para viajar. Cicerón cuenta que Marco Antonio recorrió 56 millas en una sola noche (10 horas) con uno de estos carros. La velocidad media que alcanzaban era de unos 8.5 Km/h.

Carpentum romana - Foto web

El carpentum, era un carro de dos ruedas con una lona que lo cubría, este nombre se utilizaría luego como genérico para llamar a cualquier tipo de carro, y como sus constructores eran los “carpententari”, de allí se originó más adelante el nombre de “carpintero".
Cuando era necesario movilizar al pasajero con equipaje  los vehículos más usados contaban con cuatro ruedas, eran tirados por caballos o mulas, y se llamaban rheda y carruca. En ellos se viajaba usualmente acompañados por toda la familia.

Carruca dormitoria - Foto web

Para el transporte de mercancías tales como productos agrícolas o materiales de construcción, se usaban medios de transporte más sólidos, que contaban con ruedas macizas, y se llamaban plaustrum 
y sarracum.

Plaustrum - Foto web




LOS MEDIOS DE TRANSPORTE ROMANOS, HOY


Una información que todo turista debe conocer es la de los medios de transporte de la ciudad que va a visitar. 
Para el caso particular de Roma, debemos comenzar por conocer su estación principal que es Termini, y desde allí se puede tomar cualquier tren para desplazarse hacia el resto de Italia (Intercity, Regionale o Eurostar). 
Termini cuenta con máquinas automáticas que expenden billetes y también taquillas para la compra de los mismos.

Máquinas expendedoras de boletos - Foto web

Con respecto a los metros de Roma no son muy grandes ni complejos. 
La red de metro es muy simple porque solo existen dos líneas: la A y la B, y ambas se cruzan, justamente, en Termini. 
Los metros comienzan a funcionar a las 5:30 de la mañana hasta las 11:30 de la noche, extendiéndose los sábados una hora más. La frecuencia entre un metro y otro oscila entre los 5 y 10 minutos.

Plano de los subterráneos (metro) romanos - Imagen web


En la vieja ciudad no faltan líneas de autobuses que circulan por toda Roma y el Vaticano, sumados a una multitud de taxis existentes. 
El autobús público y tranvía de Roma cuenta con una extensa red bastante eficiente, pero siempre se debe contemplar que la manera más rápida de moverse es el metro. Los autobuses y tranvías también operan desde las 5:30 am hasta la medianoche. De 12:30a.m. hasta las 5:30 de la mañana trabajan unas 20 líneas de autobuses nocturnos, cuyas terminales principales son Termini (Piazza del Cinquecento) y Piazza Venezia. Las paradas de autobús nocturnos están señalizadas con “un búho”, y los boletos se pueden comprar a bordo del mismo a un precio de 1,00 euros. Para obtener información sobre las rutas, paradas y horarios visite la página web oficial del transporte público en Roma: http://www.atac.roma.it/

Bus y transeúntes en la Porta del Popolo - Roma 

Los boletos para autobús, tranvía y metro se pueden comprar en cualquier quiosco (tabaccheria) o puesto de venta de diarios, y los turistas suelen, además, encontrar ofertas especiales, por ejemplo si se utiliza la “Roma Pass”: para accesos promocionales o con descuentos a Museos, también se obtienen beneficios respecto de los costos del transporte público.

http://www.romapass.it/

Con respecto al servicio de taxis, y por razones simples de seguridad no excluyentes sólo para el caso de Roma, hay que asegurarse siempre antes de subir al vehículo que este sea un coche de fábrica, que tenga el medidor y que el mismo se incialice en cero al comienzo del recorrido (siempre preguntar al taxista, antes de subir, el costo estimado del viaje que se realizará). En Roma es bastante difícil detener un taxi en la calle, especialmente por la noche, así que se la debe visitar con algunos números telefónicos agendados previamente, como el de las compañías de taxis por si son necesarios.


Taxi romano frente a la Iglesia de Santa María dei Martiri

De todas formas, las distancias en el centro histórico no son grandes, y si se piensa estar en Roma por unos 3-4 días o más, se la puede recorrer caminando, y por Internet se suelen encontrar diferentes circuitos para preparar ese tipo de visitas.


4 comentarios:

  1. Patzy, pasar por aquí es como volver un poco a mi país, recordar cosas, ruidos, olores, texturas, que quedaron de alguna manera, grabadas en mí.
    Roma, desde que la conocí (de grande), yo nací cerca de Parma, fue mi ciudad. No sabría explicar porqué, como a veces no se puede explicar el amor o la atracción que algo o alguien nos provoca.
    Te agradezco este paseo cultísimo y las evocaciones que me produjo.
    Tanti bacioni

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    1. Mirella, gracias a vos por pasar y comentar. Te repito lo que le escribí alguna vez aquí a Cayetano (el otro "comentarista" de este blog): pasan por aquí muchísimas personas por día (lo veo en mis estadísticas) y, aunque no me dejan comentario, sé que visitan este espacio por interés hacia tu país natal, ya sea porque viajarán o porque lo que ha dado Italia es muchísimo, y en muchísimos campos. Para mí es un verdadero placer publicar en este espacio. Ya postearé cosas de Parma (y si tenés algún material que te gustaría que apareciera, me lo enviás, con gusto lo incorporaré!). Bacione.

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  2. ¡Ah! ¿Pero es que alguien paga por ir en autobús? Algunos conductores de la ciudad eterna deberían pagar a los pacíficos usuarios por osar utilizar estos medios urbanos no exentos de peligro.
    Roma siempre ha sido un lugar de intenso ajetreo de vehículos de todo tipo y condición, con el peligro que eso supone para los despistados viandantes.
    Algunos van como poseídos por el diablo. Ojo a los pasos de cebra.
    No me extraña que Astérix dijera aquello de...
    ¡Están locos estos romanos!
    En todo caso -y bromas aparte- hablamos de una ciudad fascinante.
    Un saludo.

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    1. Jaja!!! Pues imagínate: yo no he notado mucha diferencia entre el tránsito y la manera de conducir en Roma respecto de Buenos Aires!!! jajaj...Eso indica a las claras nuestro vínculo con los italianos, al menos conduciendo, estamos bien emparentados! Y sí, Roma es fascinante por donde la mires. Abrazooo, Cayerano.

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