"...He visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto..."

Este no pretende ser un blog de viaje pero, sin embargo, es la consecuencia, o la razón, de un viaje soñado, que me permitió coleccionar una gran cantidad de fotos, información, leyendas y testimonios que consideré apropiados para compartir con otros que, como yo, adoren las maravillas que atesora este país: Italia.

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viernes, 23 de noviembre de 2012

Vittorio De Sica salvó a 300 judíos del holocausto

Vittorio de Sica fue unos de los principales realizadores neorrealistas que ha habido en la historia de la cinematografía. Una persona muy poco amiga de los compromisos ideológicos pero que, sin embargo, fue capaz de llevar a cabo un acto tan altruista que es digno de ser reconocido.
En 1943, contrató a unos trescientos judíos para salvarlos del holocausto, haciéndolos participar como “falsos” extras en su película “La puerta del cielo” ("La porta del cielo" en italiano), film que pretendía publicitar las virtudes del Santuario del Loreto de Roma.




La película nació como un acuerdo entre la Santa Sede y el director italiano, y se diseñaron meticulosamente los escenarios, localizaciones y tiempos de rodaje para conseguir refugiar y amparar a los perseguidos por los nazis y su Gestapo. No fue un plan de rescate improvisado, el propio Papa Pío XII supervisó y financió el proyecto, a través del Centro Católico Cinematográfico y obligó a dilatar el rodaje lo máximo posible para esperar la llegada de los aliados a Roma y así poder liberarlos.
En la cinta se relatan las peripecias de un grupo de peregrinos enfermos en su viaje en tren al santuario de Nuestra señora de Loreto, en busca de su personal ‘milagro virginal’. Protagonizada por la actriz española María Mercader y con guión a cargo del propio De Sica y de los italianos Cesare Zavattini y Diego Fabbri. 


Santuario del Loreto - Roma - Foto web

Las localizaciones fueron acuerdos del director con el prelado de la Santa Sede, el por entonces joven Giovanni Montini; más tarde rebautizado mundialmente como papa Pablo VI. El presupuesto fue de unos 40.000 dólares de la época -la mayoría destinados a la manutención completa del amplio equipo- y una vez finalizado el ‘estirado’ rodaje el propio Papa Pío XII decidió paralizar su distribución porque le pareció irrespetuoso que se les concediera el milagro a casi todos los integrantes de aquel tren, antes incluso de llegar a Loreto. Por ello sólo se conservan en la actualidad tres negativos -latas- de 16mm de la película. Dos enterradas en los archivos Vaticanos y otra en manos del heredero del director, su hijo Christian De Sica.
El principal e intencionado escenario de la película -además del falso tren- y por sus grandes espacios y jardines privados, fue la Basílica de San Pablo Extramuros. Una de las cuatro iglesias pontificias de Roma.
El rodaje comenzó en verano de 1943 y se extendió hasta el de 1944. Los refugiados vivían y pernoctaban escondidos -con nombres falsos- dentro de los jardines de la basílica. Los excesivos gastos en las dietas se compensaban robando algunos equipos y acumuladores eléctricos a los Ferrocarriles del Estado. Por aquel entonces los alemanes ocupaban ya Roma en su totalidad, y las tropas aliadas avanzaban muy despacio desde el sur de Italia. La incertidumbre de la liberación hacía imposible prever la finalización de los trabajos y aumentaba las sospechas de los mandos fascistas que controlaban las actividades vaticanas.


Fotograma original de la película "La puerta del Cielo" de Vittorio de Sica

El 5 de junio de 1944 se produjo la liberación de Roma por las tropas anglosajonas y con ello la apertura de las puertas de la Basílica. La película se montó, a duras penas, antes de su autocensura Papal.
Vittorio de Sica se consagró con sus dos siguientes películas, como el mejor narrador de la Roma arrasada por el fascismo y máximo representante del nuevo movimiento ‘neorrealista’, tan admirado en el resto del mundo como ignorado en su país natal.
La comunidad judía en Italia sufrió las persecuciones nazis, a partir de las leyes raciales aprobadas por Mussolini en 1938. Se calcula que unos 8.000 judíos italianos murieron en los campos de concentración.

Vittorio de Sica - Foto web
BASÍLICA SAN PABLO EXTRAMUROS

La Basílica de San Pablo Extramuros es una de las cinco iglesias consideradas como las más antiguas de Roma.
La Iglesia Católica considera que son la Basílica de San Juan de Letrán, Basílica de San Lorenzo Extramuros, Basílica de Santa María la Mayor y la Basílica de San Pedro.
Es la segunda basílica más grande de Roma, después de San Pedro, de la que dista 11 kilómetros. Según la tradición es el lugar donde el apóstol Pablo fue enterrado.
Durante el pontificado del papa Pío VII, en la noche del 15 al 16 de julio de 1823, un incendio destruyó la mayor parte del edificio, dejando incólume el claustro. De este modo quedó prácticamente destruida la basílica, la única entre todas las iglesias de Roma que había conservado su primitivo carácter durante 1435 años. Quedaron en pie pocas estructuras. Debieron reconstruirse gran parte de los muros. En aquella época el debate sobre las varias teorías de restauración estaba muy avanzado, a pesar de lo cual los arquitectos encargados de las labores prefirieron reconstruir una basílica completamente nueva, de tal manera que los visitantes difícilmente pueden reconocer en la construcción actual el diseño de una basílica de finales del siglo IV.
El mosaico de la fachada, del siglo XI, fue sustituido por uno nuevo, alejado de los cánones estéticos paleocristianos. Restos del primer mosaico son visibles detrás del arco de triunfo.
Fuente: Wikipedia

Basílica San Pablo extramuros - Roma - Foto web
 

2 comentarios:

  1. Un gesto humano que le honra.
    Afortunadamente hubo entre la barbarie gente con corazón que apostó por los demás.
    Un saludo.

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    1. Este es uno de los post que decidí publicar sólo para difundir esta historia que hay mucha gente que desconoce. En realidad yo no visité esta basílica cuando estuve en Roma, justamente porque al ser reconstruída es demasiado "moderna" para lo que pretendía visitar por allá, pero creo que estos actos, como el de De Sica, como el de Oskar Schindler, y los de tantos otros, deben darse a conocer...sino quienes, por fortuna, no padecimos aquella época, terminamos creyendo que sólo había mártires y bestias...y nada en la franja media. Abrazooo Cayetano! Y gracias.

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