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domingo, 14 de octubre de 2012

Lerici, nel Golfo dei Poeti



Si viajas a Italia y tienes pensado conocer la hermosa zona de Cinque Terre, deberías platearte ir un poco más allá, hacia el este, y conocer el Golfo de los Poetas.
En el Golfo dei Poeti, nombre de fantasía del Golfo de La Spezia, así bautizado en 1919 por el comediógrafo Sem Benelli, autor de "La cena delle beffe", debido a la cantidad de escritores, poetas e intelectuales que se dieron cita en esas márgenes (Dante Alighieri, Lord Byron, Percy Shelley, Mary Shelley, George Sand, Cesare Pavese y Marguerite Duras entre otros), se encuentra Lerici, una bella ciudad del Mar Ligure, de importante atractivo turistico.
Los orígenes de Lerici se remontan a la época de los etruscos que, posteriormente, en la Edad Media, pasó a ser una ciudad controlada por los genoveses. Después de ser vendida a Lucca, y ante el surgimiento de una serie de conflictos entre Génova y Pisa, como consecuencia de tener una posición estratégica en la frontera común de las litigantes, fue en esta ciudad donde se selló la paz definitiva entre ambas. En 1479, finalmente, Lerici quedó bajo control genovés.


MADI, LA “REINA DE LOS VAGABUNDOS”


Muchos turistas que visitan Lerici a diario, ascienden a pie los 75 metros sobre el nivel del mar sobre los que se encuentra situado el Castillo de San Terenzo, que hoy hospeda un Museo paleontológico, sólo con el fin de visitarlo. Construida en el siglo XII, y cuya propiedad fue alguna vez disputada por las repúblicas marítimas de Génova y Pisa debido a su ubicación estratégica, esta fortaleza supo alojar a prisioneros muy importantes pero, sin embargo, el recuerdo más preciado que ostenta, es el de haber sido custodiada durante años por la Maddalena Di Carlo, conocida por todos como "Madi", la joven guardiana que envejeció cuidándolo y a quien, al morir en 1984, dedicaron una habitación del castillo en su memoria. Madi era una mujer que se hizo famosa en todo el mundo por su amabilidad y hospitalidad y por quien, por ejemplo, el mismísimo Ernest Hemingway se molestó trasladándose hasta Lerici sólo con el propósito de conocerla, arribando acompañado, además, por la poetisa chilena Gabriela Mistral. En el castillo se conservan muchos de los regalos que enviaban a Madi, ya de regreso en sus países de origen, "sus chicos", aquellos jóvenes a los que hospedaba cuando éste se había convertido en albergue juvenil. Es muy particular el impresionante archivo de postales recibidas de todo el mundo en las que, además de los contenidos emotivos expresados en diferentes idiomas, se puede leer el simple sello de cabecera identificatorio de su destinataria: “ Madi,Italia”.
Se cuenta que durante el verano, cuando el castillo se llenaba de visitantes, a Madi le encantaba improvisar fiestas, y que fue durante una de ellas que la coronaron "Reina de los vagabundos”, utilizándose para la ocasión una corona casera, hecha de cartón y papel de aluminio. Su gran humanidad y generosidad siguen vivos en la memoria de los que han sido alojados alguna vez en este albergue y, actualmente, muchos de ellos regresan al lugar para revivir la calidez del ambiente de aquellos tiempos.


Nocturna en la Bahía - Castillo di San Terenzo

Las noches en Lerici, como en muchas otras ciudades italianas, se enciende imponente. Siempre es un lujo poder disfrutar de las pequeñas y grandes plazas que concentran a pobladores y turistas, un abanico de colores y de luces que se llevan de manera imborrable en la memoria, además de ser una provocativa invitación a la fotografía.


Los versos y las palabras dedicadas a Lerici y a sus fracciones por los grandes escritores que la habitaron o visitaron, constituyen una buena tarjeta de visita para esta ciudad. Actualmente Lerici está viviendo una dimensión de puerto turístico y de estación balnearia, y conserva intactos los testimonios de su pasado.

Plaza Garibaldi - Lerici

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