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viernes, 25 de enero de 2013

San Sepolcro, cerca de Arezzo

PIERO DELLA FRANCESCA

Piero De Benedetto Dei Franceschi, a quien conocemos como Piero della Francesca, fue el artista enamorado de la luz en el Quattrocento italiano y uno de los más grandes pintores del siglo XV.
Nació en Borgo San Sepolcro, muy cerca de Arezzo, entre 1416 y 1417. Por su profundo conocimiento de la pintura florentina, se cree que pasó una larga temporada en Florencia, aunque su presencia allí sólo aparece documentada en 1439.

Borgo di San Sepolcro, cerca de Arezzo, tierra natal de Piero della Francesca
Foto: http://cycling-passion.com/2012/10/03/giro-d-italia-2013-stage-9-profile-post/sansepolcro/

Piero conseguirá imprimir a sus obras un aura de tranquilidad y misticismo gracias al empleo que hace de la luz, usando una gama cromática "lumínica" en sus trabajos, y a la creación de composiciones geométricas que le otorgan a su obra un estilo particular y elegante que, en ocasiones, llegará a entroncarse con el flamenco. Hacia 1452 Piero della Francesca empezó a trabajar en el coro de San Francesco de Arezzo, donde dejó el magnífico ciclo sobre la Leyenda de la Vera Cruz, obra considerada sobresaliente por toda su producción, basada en una leyenda medieval muy compleja, y plasmada con grandiosidad y solemnidad, mediante un perfecto estudio de las proporciones, de manera tal que naturaleza, arquitectura y personajes se entrelazan y relacionan con armonía y equilibrio perfectos.


Fragmento del ciclo "Leyenda de la Vera Cruz" - Obra de Piero della Francesca

Al finalizar este trabajo en el año 1465, Piero fue llamado a la corte de Federico de Montefeltro, en Urbino, donde permaneció casi hasta el final de sus días. Allí pintó el famoso Díptico de Urbino, con los retratos y los «triunfos» de Federico y su esposa, una de las obras más notables del Quattrocento italiano, y la enigmática Flagelación, de la que se han hecho numerosas interpretaciones.

Díptico de Urbino - Obra de Piero della Francesca
Actualmente en la Galeria Uffizzi de Florencia - Foto Wikipedia

Posteriormente Piero dejó la pintura, quizá porque se estaba quedando ciego, y a partir de entonces se dedicó al estudio de las matemáticas y la perspectiva, escribió tratados sobre ambas materias.
Tras su muerte, la obra de este gran artista cayó en un completo olvido y la historia del arte le debe aún una justa revalorización de su figura.

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