El territorio de Arezzo está situado en la parte oriental de Toscana, rodeado por los Apeninos, extendiéndose en las zonas del Casentino, Varldarno, Valtiberina y Val di Chiana.
Además de ser una zona de gran belleza natural, la provincia de Arezzo fue sede de asentamientos prehistóricos, pertenece a la “dodecapoli etrusca” (Arrentium), que posteriormente, en el siglo I a.C., se convertirá en una colonia romana, época de la que poco queda hoy en pie, a excepción de los restos de un anfiteatro.
Se conoce como “dodecapoli etrusca” al conjunto de las doce ciudades-estado etruscas que, según la tradición, en Etruria formaron la poderosa alianza de los derechos económicos, religiosos y militares: la Liga etrusca. Cada año, los representantes de estas ciudades, se reunían en la “Voltumnae Fanum”, un lugar sagrado para ellos y cuya localización sigue siendo hoy una incógnita, quizás se trató del territorio que actualmente ocupa la ciudad de Orvieto o de Tarquinia, y allí elegían al jefe de la Federación, discutían los asuntos políticos y económicos, y rendían honores a los ídolos comunes. Durante esas celebraciones se llevaban a cabo importantes intercambios tanto económicos como culturales. Con la caída en manos romanas de algunas de estas ciudades, es probable que otras de menor importancia hayan tomado sus lugares, como Cortona, Fiesole o Falerii.
Posteriormente, bajo el reinado de Augusto, la Etruria se convirtió en la VII Región de la romana, y ese número de doce ciudades destacadas se incrementó a quince.
La ciudad vieja de Arezzo está muy bien conservada, y su estructura urbana sigue una planta semicircular que desciende desde la Catedral, construida entre los siglos XII-XIV en estilo gótico, y que conserva en su interior impresionantes monumentos funerarios pertenecientes al 1300, así como grandes obras pictóricas, está situada en la cima de la colina, como dominándolo todo, en dirección a las plazas.
Duomo de Arezzo dedicado a San Donato, patrono de la ciudad
El altar mayor del Duomo está decorado con el Arca de San Donato, un trabajo extraordinario de mármol documentado en 1362, construido en memoria de San Donato (mártir que murió en Arezzo en el año 363). La urna de mármol se rige por doce columnas que terminan en capiteles góticos y pináculos, cuya realización contó con la presencia de artistas de Siena, Florencia y Arezzo en el siglo XIV. El extremo inferior es Agostino di Giovanni y Agnolo di Ventura (primera mitad del siglo XIV), mientras que la mayor parte de la gama más alta, con el gran retablo, pintado sobre una época, es John Francis y Betto di Francesco, que trabajó en la segunda mitad del siglo XIV.
Arca marmórea di San Donato - Duomo de Arezzo
Arezzo, convertida en municipio independiente, alcanzó su mayor desarrollo económico a principios del siglo XIV, y es a ese período que pertenecen algunos de los más importantes monumentos como la Pieve di Santa Maria, la Catedral, San Dominico, el Palacio del Ayuntamiento y sus casas-torres.
Derrotada por los güelfos florentinos fue posteriormente, en el 1380, cedida a Carlo d’Angio, duque de Durazzo, y vendida por este a Florencia. Esta última fue la fase artística por excelencia en la ciudad y durante el renacimiento trabajaron allí arquitectos como Giuliano da Sangallo y Giorgio Vasari, así como el importantísimo artista Piero della Francesca.
Próximos a la Catedral están el Palazzo Comunale, el antiguo Palazzo dei Priori y una torres pertenecientes al siglo XIV. Desde allí, bajando por Via Cesalpino, se arriba a la Iglesia de San Francesco, que alberga una de las obras maestras de la historia de la pintura italiana: el ciclo de frescos de Piero della Francesca que narra la “Leggenda della Croce”, realizados entre el 1453 y el 1464.
Otra arteria importante de Arezzo es el “Corso Italia”, que en su parte alta conserva el aspecto medieval y conduce hasta la Parroquia de Santa Maria, ejemplo de construcción románica en la Toscana. La Piazza Grande (o Piazza Vasari), ya mencionada en otro post, es una plaza bellísima, una de las más vistosas de la región, de forma irregular, circundada por pórticos, casas y edificios medievales y renacentistas.
También cabe destacar que en la Iglesia de San Domenico se conserva un hermoso Crucifijo obra de Cimabue (1260/65) y que en la “Galería y el Museo Medieval y Moderno” hay obras toscanas pertenecientes a los siglos XIII-XIX.
Precisas fotos de un bello lugar. Los etruscos dejaron un bello legado en esa antigua cultura romana, siempre tan mestiza.
ResponderEliminarUn saludo.
Es muy difícil para mí seleccionar de entre tantas fotos que he tomado...imagina...soy un peligro con cámara en mano! Me alegra que te hayan gustado las que elegí aquí. Un abrazoooo
EliminarMuy hermoso
ResponderEliminarPues sí, Arezzo es realmente una ciudad magnífica! Gracias por tu visita y comentario, me alegró recibirte. Saludos!
EliminarDebe ser hermoso estar en persona en ese lugar tan antiguo
ResponderEliminarUna de las cosas más impactantes para mí de este tipo de ciudades es, justamente, lo que acabas de comentar: el hecho de estar ahí, con tanta historia a tus pies, lo que no deja de conmoverte...Obviamente, además, está la belleza urbana, claro! Ojalá puedas conocer Arezzo algún día (me doy cuenta por tu comentario que aún no lo has hecho), ese es mi deseo para ti. Gracias por la visita, y saludos!
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