Algunas de las residencias de los Saboya en el Piamonte
Localización algunas de las bellas Residencias Saboya en la ciudad de Turín y sus alrededores: el Palacio Real, el Palacio Madama, el Castillo del Valentino y el Pabellon de Caza Stupigini en Turin |
El origen del sistema de residencias de los Saboya se remonta a 1562, cuando el duque Emanuele Filiberto de Saboya, después de la Paz de Cateau-Cambrésis, decidió trasladar la capital del Ducado a Turín. Comenzó entonces, en el siglo XVI, a encargar la reconstrucción de los castillos antiguos (incluso de época romana), así como la construcción de nuevas residencias, en el cinturón verde que rodea la capital de lo que se convertiría en el Reino de Cerdeña. Fue así como empezó a prefigurar lo que los sucesores convirtieron en una verdadera planificación territorial para la que se creó un sistema de residencias que ayudaron a dar a Turín y sus alrededores una impronta barroca, acompañada por la redefinición de las carreteras y rutas de caza.
Este proyecto de reorganización del territorio, especialmente desarrollado en los siglos XVII y XVIII, también tenía un valor simbólico, pues representaba el poder absoluto de los Saboya, con la creación de una "zona de control" centralizada en la capital, donde el poder ejercido era de fácil alcance político, administrativo y cultural, dentro del territorio rodeado por el sistema vial renovado.
En 1997 algunos de estos bienes se han incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y se destacan por su belleza y particularidad, construidos en una mezcla entre el estilo manierista y barroco triunfal piamontés. Son verdaderas joyas diseñadas o reelaboradas por grandes arquitectos como Amedeo y Carlo de Castellamonte, Filippo Juvarra, Guarino Guarini y Pelagio Palagi.
De estas fabulosas residencias, un gran número está localizado en la ciudad de Turín o sus suburbios: Palacio Real de Turín, el Palacio Chiablese, la Biblioteca Real, la Armeria Real, la Regie Secretarías de Estado hoy Palacio de la Prefectura, la Fachada del Teatro Regio, el Archivo de la Corte – hoy Archivo de Estado de Torino, el Palacio de la ex-Academia Militar, la Caballeriza Real, la Regia Zecca – hoy Jefatura de Policía en Via Verdi, el Palacio Madama, el Palacio Carignano, el Castillo del Valentino, la Villa de la Reina y el Pabellón de caza de Stupinigi.
Por su gran belleza e imponencia arquitectónica, hoy presentaremos 4 de estas: el Palacio Real, el Palazzo Madama, el Castillo del Valentino y el Pabellón de caza de Stupinigi.
El Castillo del Valentino | ||||||||||||||
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El Castillo del Valentino es un edificio histórico de Turín, que se encuentra en el parque de Valentino en las orillas del río Po. Hoy es una rama del Politécnico di Torino, y es hogar de la Facultad de Arquitectura. Desde 1997 está catalogado como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como parte de la serie de residencias de los Saboya.
Este antiguo castillo fue comprado por Emanuele Filiberto di Savoia, duque “Testa di Ferro”, por consejo de Andrea Palladio. Fue el hogar de familias nobles como la Saintmerane, los Cicogna, los Pacelli y los Calvi, que compraron seis habitaciones del castillo. El castillo se implanta en el Parco del Valentino, que se extiende por la orilla del Po junto a la colina, entre el puente monumental Rey Humberto I y el puente Princesa Isabella; muy próximo al centro de la ciudad, aproximadamente a un kilómetro de la estación central de Porta Nuova. No se trata del parque más grande de Turín, su superficie es de unos 500.000 m2, el más grande es Pellerina (840.000 m2) que es, a su vez, el parque urbano más grande de Italia.
El origen de su nombre es incierto. El primer documento en el que aparece como Valentinium es de 1275; alguien traza su nombre por el de San Valentín, patrono de los enamorados, ya que algunas de las reliquias de ese santo mártir provenientes de Terni, se conservan desde 1700 en una urna de cristal en la iglesia de San Vito de Piossasco (en una colina con vistas al Parque del Valentino), estaban inicialmente en una pequeña iglesia de este parque y luego, al caer esta en ruinas, fueron transferidas a San Vito.
El Castillo tiene dos fachadas diferentes: la fachada principal en dirección a Torino que tiene las características arquitectónicas de los castillos franceses del siglo XVII y del barroco de las construcciones Italianas, mientras que frente al río Po tiene la fachada secundaria en cerámica.
El Castillo debe su forma actual a la Madama Real, la joven María Cristina de Borbón (esposa de Víctor Amadeo I de Saboya e hija de Enrique IV, el primer rey de la rama Borbón de Francia). Justamente a la francesa es estilo de este magnífico edificio: cuatro torres en las esquinas que rodean el edificio en forma de herradura, con un gran patio con solado de mármol. Los techos con dos pisos abuhardillados (sólo pisos falsos) típicamente transalpinos, reflejan los gustos de la joven princesa. Las obras duraron casi 30 años, desde 1633 hasta 1660 en proyectos de Carlo y Amedeo di Castellamonte. La duquesa María Cristina vivió aquí desde 1630, admirando los frescos de Isidoro Bianchi di Campione d'Italia y el estuco de sus hijos Francesco y Pompeyo. Y ella era responsable del escénico arco de entrada de la fachada, con el escudo real.
Sobre la figura de esta mujer de la nobleza francesa, existían rumores maliciosos que hablaban de un lugar en el Castello del Valentino donde se producían sus encuentros amorosos con señores y siervos, que terminaban siendo lanzados al fondo de un pozo por esta amante noble, quien parece que también se construyó un pasaje subterráneo, una verdadera galería que cruzaba el lecho del Po, para conectar el Castillo con la Vigna real, sitio de los encuentros amorosos entre ella y su asesor Philippe d'Agliè. En el siglo XIX el castillo experimentó pequeños cambios y una conexión arquitectónica al tejido urbano, y también fue despojado de sus hermosos muebles del siglo XVII por parte de los soldados franceses de Napoleón. Tras años de abandono y decadencia, en 1860 este castillo fue elegido como sede de la Facultad de arquitectura en Turín (Politécnico de Turin). El abandono del castillo, paradójicamente, fue su buena fortuna: algunas fugas de agua sólo han arruinado algunos de los frescos, pero en general la falta de interés en él, ha conservado intacto el patrimonio de los frisos y los frescos de las habitaciones, todo original del '600. Las restauraciones de los últimos años le están devolviendo su antiguo esplendor. Las habitaciones del primer piso se fueron abriendo una a una para dar acogida a las oficinas de la Facultad. El 12 de mayo de 2007 se volvió reabrió la espléndida sala del Zodíaco, con su fresco que representa en el centro al río Po con las características de Poseidon mitológico.
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El Palacio "Madama" | ||||||||||||||||
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El Palazzo Madama e Casaforte degli Acaja, es un complejo histórico y arquitectónico, ubicado en el centro de la Piazza Castello de Turín, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como parte de las residencias de los Saboya. En el palacio se alberga el Museo Cívico de Arte Antiguo. Es una combinación de dos mil años de historia de Piamonte: erigido por los romanos como una puerta de la ciudad, Porta Decumana, en el lado expuesto al río Po, el edificio se convirtió en el primer sistema de defensa, por lo que en sí mismo es un símbolo del poder que tuvo lugar en Turín hasta el siglo XVI, cuando se prefirió al actual Palacio Real como sede del Ducado de Saboya. Adornado considerablemente bajo la regencia, en el siglo siguiente, por las dos damas de la realeza (de ahí su nombre), el antiguo castillo medieval fue mejorado gracias a la labor del primer arquitecto de la Casa de Saboya, Filippo Juvarra: suya es la gran fachada, que domina la plaza y que de este Palacio toma el nombre.
Situado en el corazón de Turín, en lo que se suponía debía ser el castrum romano (es decir, el centro geográfico de la ciudad), el Palazzo surge sobre la que en época romana se llamaba Porta Decumana. La única puerta romana de Turín actualmente visible está en la Piazza Cesare Augusto, donde se levantan las Porte Palatine; pero si la Puerta Marmorea fue desmantelada en el 1660 y la Porta Pretoria experimentó un lento deterioro hasta la era napoleónica, el la Puerta Decumana tuvo una vida diferente porque fue incorporada poco a poco en el Palazzo Madama. A principios de siglo I, era el acceso a la ciudad por el lado del Po, después de la caída del Imperio Romano de Occidente, la Porta fue transformada en un fuerte para defender la ciudad, aunque también conservó la función original de puerta con la apertura de la Porta Fibellona en la antigua muralla romana. Esta fortificación primitiva pasó al marqués de Monferrato en el siglo XIII, y este fue el lugar donde, con toda probabilidad, se firmó el tratado entre Guillermo VII de Montferrato y Tomás III de Saboya, que incluía la liberación del primero y la cesión de Turín de los Aleramici a los Saboya en 1280.
Pasan los siglos y la fortificación de la Porta Decumana pasó a ser propiedad de los Saboya-Acaya (rama de la Casa de Saboya) quienes en la primera mitad del siglo XIV lo engrandecieron a castillo. Un siglo más tarde, Lodovico Acaya, refunda el castillo dándole la forma de un cuadrado, con un patio y pórtico, cuatro torres cilíndricas. Con la extinción de la línea de los Acaya, el castillo fue convertido en una residencia para los huéspedes del Saboya. Ya sea por la distancia a la verdadera capital de la provincia y ducado, Chambéry, o por su posición marginal en los dominios de Piamonte, este Castillo tuvo un papel secundario en la sucesión de los años comprendidos entre los siglos XV y XVI. Fue designado como residencia temporal del Duque durante sus viajes a Turín, y mantenido principalmente para los huéspedes de la Casa de Saboya: entre ellos se destaca la figura de Carlos VIII de Francia, que se hospedó aquí en 1494, con motivo de su descenso hacia el reino de Nápoles. Luego fue elegido como residencia permanente de Blanca de Monferrato, esposa de Carlos I de Saboya, durante el período de residencia en Turín en época de minoridad de su único hijo con Carlo Amadeo, quién murió prematuramente. Cuando Carlos VIII llega a Turín, Bianca que entonces vivía en las salas del palacio, renunció a su apartamento para el rey de Francia, y se retiró al palacio episcopal (por entonces, 1497, era obispo Domenico della Rovere), y con el fin de hacer más fácil la comunicación con el futuro palacio real, se crea un vínculo entre los dos edificios, a través de un túnel, ahora desaparecido.
Fue habitado por un corto período por Emanuele Filiberto de Saboya, aunque luego siguió siendo el sitio para la receción de huéspedes y representaciones. El año 1637 es un hito en la historia del Palazzo porque la regente del duque Carlo Emanuele II de Saboya, María Cristina de Borbón-France, que quería escapar del aire pesado de la corte, lo elige como su residencia. Tan pronto como se instaló, encargó obras importantes, como la cobertura de la corte (que sigue en pie un piso por encima del resto del edificio) y la modernización de los apartamentos interiores. Sesenta años más tarde, otra mujer fuerte de la Casa de Saboya, Maria Giovanna Battista de Saboya-Nemours (regente de Vittorio Amedeo II de Saboya) habitará este edificio y le conferirá su aspecto actual.
Los vestigios del castillo medieval tuvieron que ser cancelados, por ejemplo se elimina el antiguo puente levadizo, y fueron llamados a la obra de restauración Carlo y Amedeo di Castellamonte, junto con el pintor Guglielmo Caccia. Filippo Juvarra diseñó para la regente un magnífico palacio barroco en piedra blanca, sin embargo el proyecto nunca fue terminado, y después de la finalización en 1721 no se hizo nada. Sin embargo desde el ingreso a este espectacular palacio, ya se puede admirar la el grandioso proyecto de Juvarra, toda una máscara barroca que no oculta el antiguo castillo medieval, pero le da importancia y formalidad, como un símbolo de poder. Desde la muerte de la última Madama Reale que se enamoró de él, fue sometido a extensas alteraciones debido a los diferentes usos que se le dieron.
El regreso de los Saboya permitió una nueva vida a la sede del palacio. El lugar fue utilizado como observatorio astronómico desde 1822. Luego Carlo Alberto reconsideró el edificio, por lo que pasó a ser sede de la Pinacoteca Regia (más tarde Museo) y luego del Senado subalpino y por último del Tribunal Supremo. Hacia el final del siglo XIX se inició el interés por la historia del Palacio, se excavaron sus cimientos en búsqueda de huellas de la arquitectura de los edificios y anteriores.
Se convirtió en sede del Museo Cívico de Arte Antiguo en 1934, y desde el 2007, el museo alberga importantes obras de arte (esculturas antiguas, una galería de arte y una extensa colección de porcelana). En el 2010 la fachada de Juvarra fue objeto de una profunda restauración, y los jardines de alrededor de la Casaforte fueron reorganizados para albergar especies botánicas que se remontan a la época medieval. También, gracias a una beca de la Fundación CRT, se tomaron medidas para la recuperación de la Sala del Senado subalpino, cuya inauguración tuvo lugar el 18 de marzo de 2011, en presencia del Presidente de la República, en el contexto más amplio de las celebraciones por los 150 años Unificación de Italia.
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El Pabellón de caza de Stupinigi | ||||||||||
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El Palacio de Caza de Stupinigi es una obra de Filippo Juvarra que se inició en 1729 y terminó en 1754, parte del circuito de Residencias Saboya proclamados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Se encuentra ubicado en la localidad de Stupinigi (fracción de Nichelino), en las afueras y al suroeste de Turín.
Ya en época medieval había aquí un pequeño castillo, luego propiedad de los Saboya-Acaya, y más tarde a la Orden de San Maurizio. Cuando el Gran Maestre de la Orden pasó a ser líder de la Casa de Saboya, el Stupinigi fue gestionado directamente por ellos y, con los años, las tierras adyacentes al castillo se habían convertido en uno de los lugares favoritos para la caza de los duques, junto con los bosques Altessano (donde fue construido a mediados del siglo XVII el Venaria). Vittorio Amedeo II de Saboya en abril de 1729, cuando ya había decidido abdicar, confió el proyecto de remodelación de la Plazzina a Filippo Juvarra. La obra se realizó entre 1735-1737, pero debido a la Guerra de Sucesión de Polonia, la verdadera apertura del complejo a la vida cortesana se produjo en mayo de 1739. Es importante entender que en el siglo XVIII el Stupinigi no era una residencia de pleno derecho, donde los reyes se trasladaban para quedarse sino que, los reyes Saboya residían en Turín por unos pocos meses, normalmente desde la Navidad hasta Pascua, tras lo cual comenzaban a moverse en el circuito de sus residencias que rodeaban la capital, alternando estas estancias para viajar fuera del Piemonte. El Stupigini se utilizaba normalmente como un pabellón de caza, y era un lugar para estancias cortas, por lo general una o dos noches como máximo.
Aunque las residencias de Venaria y Moncalieri seguían siendo los principales lugares para las fiestas de la corte, en los años 1760 también el Stupinigi fue utilizado con ese fin. El edificio fue ampliado durante el reinado de Carlo Emanuele III y Vittorio Amedeo III con la contribución de otros arquitectos, entre ellos Prunotto, Bo y Alfieri. En 1740, se añadieron dos alas, los establos y los edificios agrícolas. Napoleón Bonaparte se quedó aqui desde el 5 mayo al 16 mayo 1805, y en 1808, por un corto plazo se mantiene en la Palazzina, Paolina Bonaparte con su marido Camillo Borghese, entonces gobernador general de Piamonte. En 1832 el edificio volvió a ser propiedad de la familia real y el 12 de abril 1842 se celebró el matrimonio de Vittorio Emanuele II, el futuro primer rey de Italia, y la austriaca Maria Adelaida de Habsburgo-Lorena. Luego fue vendido a la tierra del estado en 1919 y en 1925 fue devuelto, con las propiedades de los alrededores, la Orden de San Mauricio.
En el siglo XIX albergó durante varios años un elefante indio varón, que había sido donado a Carlo Felice. El elefante Fritz se hizo popular, pero después de unos años, se volvió loco y comenzó a destruir su entorno, debió ser abatido y donado al Museo de Zoología de la Universidad de Turín. Actualmente el animal embalsamado se encuentra en exhibición en el Museo Regional de Ciencias Naturales de Turín. Desde 1919, el edificio alberga el Museo de Stupinigi de arte y mobiliario, que reúne a una gran cantidad de muebles de las residencias de los Saboya, así como otros objetos pertenecientes a la corte italiana pre-unitaria, como los Borbones de Parma y su Palacio Ducal de Colorno. El edificio alberga exposiciones de arte de nivel internacional.
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Muy elegante y señorial Turín, con sus bellos palacios y residencias,como corresponde al lugar que dará el impulso definitivo a la unificación italiana con Víctor Manuel II.
ResponderEliminarUn saludo.
Es muy imponente...con una arquitectura que denota esa presencia francesa y que la hace tan particular. Muy señorial, tú lo has dicho. Saludos, Cayetano!
EliminarBello rivedere alcuni angoli di Torino, ci son stata 2 volte ma il Valentino non l'ho visto...e nemmeno gli interni, a parte Stupinigi. Ciao, Arianna
ResponderEliminarMa probabilmente sei stata nel Madama, che è bello! Riconosco che non si puó visitare tutto... Puoi immaginare quello che sia per me che sono cosi lontana! Bisogna fare una scelta di dove andare prima di viaggiare. Saluti Arianna.
EliminarUna maravilla de palacios.
ResponderEliminarUna amiga de Milán me definió a los habitantes de Turín: "Torinesi, falsi e cortesi" y por ampliación "Piemontesi, falsi e cortesi".
No se den de llevar bien lombardos y piamonteses. Jejeje.
De lo que no hay duda es en lo de turineses corteses, solo hay que echar un vistazo a tus fotos o pasear por la ciudad para ver que es elegante y aristocrática como pocas.
Perfecta entrada, como siempre.
Abrazos!!
Jajaja! Tú y yo tratemos de ser objetivos, entonces, porque tengo parte de mi familia en Milán, y de ser como dices, tendremos una opinión algo "teñida" de adjetivaciones! Hola Enrique! Qué alegría leerte! Te mando un gran abrazo. Y gracias por la visita.
EliminarBeautiful photos! Hello from Montreal, Canada. :)
ResponderEliminarThanks for visiting, Linda! Glad you liked my post. Come back anytime. Greetings!
Eliminar- "Turin 'è sempre Turin" - detto piemontese.
ResponderEliminarComplimenti per i tuoi servizi enciclopedici, da fare concorrenza a Wikipedia! ^__*
Ciao cara amica, grazie di essere passata dall'Angolo.
A presto
Ciao Guardiano! Non posso competere con Wikipedia, sarebbe ingiusto, perché è spesso Wikipedia quella che mi aiuta! Aha! L Grazie per aver visitato. Saluti!
EliminarIo credo invece che d'ora in avanti potremo chiamarti: PATZYPEDIA ^__*
EliminarCiao, ogni tanto vieni a trovarmi all'Angolo.
Estuve en Turín un par de días en mi primer viaje a Italia, siendo jovencita. Como fui a visitar a una tía recorrí poco, pero me quedó la impresión de una ciudad elegante, pulcra, muy cuidada entonces.
ResponderEliminarMe encantaron sus "portici". En ella vivieron poco después de casados mis padres y durante mi infancia escuché varias veces la frase que cita Enrique... jajaja.
Los palacios que nos mostrás son espectaculares, suntuosos y las fotos con que ilustrás el post no podían estar mejor elegidas.
Un abbraccio grande, cara Patzy.
Jaja! Gracias, Mirella! Sabés? Lo de las fotos, te lo agradezco, porque me tomo gran trabajo buscando fotos de calidad, lo cual cuando no se trata de lugares demasiado turísticos, es complicado. Ya que no puedo usar mis fotos en algunos lugares (porque están viejas, o se esfumaron con la vida), elijo las que sean más representativas. Te mando un grande abbraccio, cara.
EliminarL'ho visitata durante l'esposizione della Sacra Sindone Devi fare un post sulla Basilica di Superga e la Venaria Reale vicino a Torino, molto interessante. Un abbraccio e brava!!!
ResponderEliminarSi, si, ho visto le tue fantastiche foto del Madama! Certo che la Venaria la pubblichero piú avanti, é bellissima anche. E la Basilica merita un post speciale. Grazie del commento e visita, Erika. Buona settimana!
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