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viernes, 1 de marzo de 2013

Nápoles y sus rincones misteriosos


LA TENEBROSA HISTORIA DE LA GAIOLA DE POSILLIPO

La isla de la Gaiola (del latín caveola: pequeña gruta), en el sur de Italia, ubicada a unas cuantas brazadas frente a la costa de Posillipo, en el parque arqueológico homónimo sumergido en el Golfo de Nápoles, es uno de esos lugares diferentes, fascinantes y seductores, donde nuestra creencia abre la puerta a la imaginación, y cualquier cosa parece posible. 
El sitio es en realidad un grupo de dos islotes muy pequeños, uno de los cuales cuenta con una gran villa residencial y el segundo, que se encuentra a pocos metros, está deshabitado y se conecta con el primero a través de un enigmático puente de roca en arco.

La Gaiola - Nápoles - Foto web

Quien conozca la historia que desde el siglo pasado se cuenta sobre esta isla, no nadaría tranquilamente hacia ella! Visitar la mansión abandonada de la Gaiola, es una experiencia que sólo se puede vivir con confianza si uno es profundamente escéptico, o si se está provisto de una enorme fe protectora. 
A principios del siglo XIX, la Isla de la Gaiola estaba habitada por un ermitaño, apodado “El Mago”, que vivió de la limosna de los pescadores. Y poco después, comenzaría la construcción de la villa que caracteriza a uno de los islotes hoy en día. La fecha real de su edificación no se conoce con certeza, sin embargo en 1926 era propiedad del profesor suizo Hans Braun; y a partir de ahí se hizo conocida su tenebrosa historia. 
El profesor Braun había construido un teleférico para conectar la isla con la playa. Una noche, sin embargo, el teleférico fue alcanzado por un rayo mientras llevaba a su esposa, Elena Von Parish, quien cayó al agua y se ahogó. El marido fue encontrado al día siguiente, se había suicidado. 
Un amigo de ambos, Otto Grumbach, que estaba de invitado en la casa en la fecha del accidente, se suicidó un poco de tiempo después al regresar a Alemania. 
Pronto la isla fue reconocida popularmente como una isla maldita; y los acontecimientos que siguieron alimentaron aún más esta leyenda. 
El siguiente propietario, Maurice Sandoz, propietario de la famosa compañía farmacéutica, que vivió en la isla hasta 1950, terminó internado en una clínica psiquiátrica donde se suicidó convencido de que acabaría en bancarrota. 
El siguiente propietario, el barón alemán Karl Paul Langheim, un industrial del acero, quiso limpiar la mala fama del lugar y, a principio de los 60, comenzó a organizar numerosas fiestas y reuniones sociales: acabó en la ruina.


La Gaiola de Posillipo - Nápoles - Foto web

Fue entonces cuando Giovanni Agnelli, el magnate de Fiat, compró la villa, hizo algunas obras importantes, como la construcción de un helipuerto, pero rara vez durmió allí y la vendió rápidamente a otro multimillonario. Paul Getty, magnate del petróleo, en 1968. Todo fue bien para Getty hasta que, en el año 1973, la mafia calabresa secuestró a su hijo, y después de la amputación de la oreja del niño, la familia Getty pagó un rescate de 17 millones de dólares. 
En 1978, la isla pasó a propiedad del empresario Gianpasquale Grappone, que fue poco después detenido tras el colapso del Banco de Crédito y la aseguradora Centauro Lloyd. Terminó en la cárcel abrumado por las deudas, y el día en que se subastó la villa, su esposa, Pasqualina Ortomeno, murió en un accidente de coche. 
La última desgracia relacionada con uno de sus propietarios, de tan sólo hace unos años, cuando en 2009 el empresario italiano Francesco Ambrosio, de 77 años, ex presidente del grupo cerealero Italgrani, y su esposa, fueron asesinados en su casa de Nápoles. 
Por estas leyendas, el lugar se ha convertido en una especie de mito para los napolitanos, un lugar tan maravilloso e como impenetrable para el hombre común.

Puente de la Gaiola - Foto web

Pero, ¿de dónde viene exactamente el origen de esta leyenda? 
Según el periodista italiano Diego Romano todo viene macerado por la magia más antigua, de la épica romana. Según sus investigaciones, la zona está salpicada de ruinas de la época romana. Y en la Isla de la Gaiola estaba la casa de Publio Vedio Polión, un noble romano de cuya vida poco sabe poco, salvo que sus restos todavía estarán por allí y que fue siervo fiel del emperador Augusto. 
Parece que Publio criaba anguilas en tanques excavados en la roca; y de vez en cuando, “les lanzaba esclavos vivos para comer” por puro placer morboso y despiadado. 
Hasta el siglo XIX era claramente visible junto a la Isla de la Gaiola un edificio romano hoy sumergido llamado la “Escuela de Virgilio”. En realidad la isla es parte de un gran complejo arqueológico que incluye un teatro romano y un templo dedicado a Afrodita, la diosa de la gente de mar. 
Las interpretaciones de Diego Romano también afirman que este era el lugar donde Virgilio abriría una escuela de poesía que, en realidad, fue una escuela de magia y ritos esotéricos precursores. Por lo tanto, no es de extrañar el interés esotérico de esta parte de la costa. 
Pero hubo un hecho que llamó poderosamente la atención de este periodista investigador, se trata de una terrorífica pintura, un fresco descubierto por Augusto F. Segre, nieto de un senador italiano, que pasó en la isla algunos veranos con sus tíos. 
Para que pudieran disponer de una biblioteca en una pared de una sala de estar, se planteó eliminar un enorme lienzo del anterior dueño comido por la humedad. Detrás de la lona apareció un fresco que representa una gran cabeza cuadrada aterradora, de más de un metro de ancho, que representa una Gorgona o Medusa, un despiadado monstruo femenino, pero a la vez que una deidad protectora procedente de los conceptos religiosos más antiguos.

Gorgona en la Gaiola - Foto web

“Nuestro tío, convencido de que su cara monstruosa traería mala suerte, la escondió detrás de una pared de ladrillo”. Pero Augusto Segre fue capaz de fotografiarla primero. 
Un miembro del Instituto de Restauración de Roma, después de ver la fotografía de la máscara, la clasificó como una manifestación de la pintura al fresco del llamado impresionismo romano tardío, que databa del siglo segundo. Y confirmaron que habían encontrado en excavaciones arqueológicas de alrededor de la zona algunas paredes pintadas con cortes cuadriláteros del mismo estilo. 
Así que todo apunta a que la máscara había sido robada y retirada de su lugar de origen, para luego ser colocada en la villa de la Isla de la Gaiola por uno de los anteriores propietarios, ya que los griegos usaban la representación de la decapitada Medusa para protegerse de los enemigos. 
“Puede ser – también concluye Ivan Cuocolo, un profesor de literatura y estudioso de la historia de Gaiola – que la misma diosa Afrodita prohibiera a los hombres una vida tranquila en este rincón del paraíso que se había dedicado a ella y que estos mismos hombres habían contaminado con sus ideas paganas y su riqueza”.


Fuentes: 

LA IGLESIA DEL GESÚ NUOVO Y SUS CURIOSOS SÍMBOLOS


Interior de la Basílica del Gesú Nuovo - Nápoles - Foto web

Nápoles es una ciudad llena de misterios y de enigmas escondidos en cada rincón de su historia. 
La iglesia del Gesù Nuovo, por ejemplo, obra maestra del barroco erigida en las estrechas calles del centro histórico, tiene una fachada de piedra volcánica negra que, no sólo es un gran ejemplo de arquitectura sino que, además, y a la luz de las investigaciones más recientes, es una especie de partitura, con notas talladas escritas en arameo, la misma lengua hablada por Jesús, e interpretadas en el año 2005 por un historiador de arte, Vincenzo De Pasquale. Estos signos musicales serían de siete tipos, se deberían leer de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba, y compondrían una melodía que, de ejecutarse, duraría casi tres cuartos de hora!

Fachada de la Iglesia del Gesú Nuovo - Nápoles - Foto Wikipedia

Esta Iglesia fue llamada de Gesù Nuovo para distinguirla de la antigua iglesia de Jesús, y en su interior se custodia el cuerpo de San Giuseppe Moscati, “el doctor de los pobres”, médico, investigador científico y profesor universitario italiano, reconocido por su trabajo pionero en la bioquímica fisiológica y por su piedad, que fue canonizado en 1987 por el papa Juan Pablo II , convirtiéndose en uno de los santos más populares del siglo XX. 
Originalmente el Gesú Nuovo fue una mansión privada, que más tarde se convirtió en un importante punto de referencia de la cultura renacentista y del barroco napolitano, acogiendo personas de gran prestigio como Aretino, Scipione Capece, Antonio Mariconda y Bernardo Tasso. 
Posteriormente, al ser confiscada por Pedro de Toledo, en 1547, debido a que la familia propietaria apoyó la revuelta popular en contra de la Inquisición, fue comprada por los jesuitas y reestructurada por completo en su interior, creándose así la iglesia, aunque no experimentó grandes cambios a fachada original del viejo edificio.

Detalle fachada del Gesú Nuovo - Nápoles - Foto Wikipedia

¿Fueron entonces los Sanseverino, según lo ha explicado el mismo Pasquale, quienes incidieron en la presencia de los símbolos musicales en el frente del palacio? 
Il palazzo di Sanseverino tiene una historia caracterizada por la reiterada mala suerte de sus propietarios, lo que dio lugar al nacimiento de una leyenda en la que se cuenta que esta fachada cubierta por patrones pétreos - especie de pequeñas pirámides sobresalientes hacia el exterior - es obra de los “maestri pipernieri” (potente y secreta corporación de talladores de la piedra, de quienes se creía tenían la capacidad de cargar a estas de energía positiva para alejar las energías negativas de sus construcciones).

Detalle símbolo tallado en la piedra de la fachada del Gesú Nuovo - Foto web

La leyenda sostiene que el tallado de estos símbolos tan particulares, puede haber sido encomendado a los talladores por el propio Roberto Sanseverino , con el objeto de que se dotase de fuerzas benévolas al edificio que parecía maldito. Sin embargo, ya sea por incompetencia o por malicia de los constructores, las piedras marcadas no se colocaron correctamente, y tuvieron un efecto contrario al esperado, pues la energía negativa invirtió su orden de funcionamiento, y atrajo hacia el edificio todo tipo de catástrofes. Con esta historia se ha tratado de justificar la mala suerte que ha acompañado durante siglos al palacio, como la destrucción importante del que fuera víctima en la Segunda Guerra Mundial, o la quema de la iglesia y los reiterados colapsos padecidos por la cúpula, lo que le otorga al lugar una halo llamativo y misterioso que resalta aún más su belleza particular

Fuentes: 
http://www.gialli.it/gesu-nuovo-storia-e-leggenda http://it.wikipedia.org http://digilander.libero.it http://www.sangiuseppemoscati.com

LA LEYENDA DEL SEBETO, EL “RÍO FANTASMA”NAPOLITANO
El río Sebeto es una leyenda que parece moverse en las entrañas de Nápoles, y el misterio que rodea su existencia lo ha convertido en un mito que aún hoy se hace oír en el corazón de la ciudad.
Río desaparecido "Sebeto" - Nápoles - Imagen web
En el siglo XIV había un río que descendía del monte Somma para atravesar Casalnuovo, Volla y Ponticelli hasta llegar a Nápoles, donde se dividía en dos direcciones que desembocaban: una en el Ponte della Maddalena, y la otra en la colina de Pizzofalcone . Este río, no existe más, se lo tragó la tierra!
Sería, entonces, el Sebeto sólo un producto de las leyendas populares que lo soñaban en una eterna lucha contra el Vesubio y su fuego, por el dominio del territorio?
Sin embargo, una inscripción en un mármol de la edad imperial, encontrado en excavaciones realizadas cerca de la Puerta del Mercado, son la prueba de su existencia. La inscripción, que de hecho pertenece a un templo en honor al Sebeto, "refleja el hecho de que P. Mevio Eutico consagró un santuario al legendario río”.
Otra prueba de su existencia real se encuentra en el Largo Sermoneta, donde el arquitecto Cosimo Fanzago construyó una fuente en 1635 que todavía hoy recuerda al río desaparecido.
Pero, sin embargo, a pesar de estos signos que testimonian su existencia, todavía se sigue considerando al Sebeto como un producto de la imaginación humana! Hubo plumas ilustres que hicieron referencia al río, las primeras de ellas de L. Junius Columela y Estacio Papinio, y luego el mismísimo Virgilio, en el séptimo libro de la Eneida, fue quien lo llamó "Sebthide Ninpha" para, finalmente, en la edad humanista, tanto Boccaccio como Sannazzaro Pontano, lo bautizaron con su nombre actual, Sebeto, aunque originalmente se llamara Rubeolo.
Si este misterioso río existió realmente, seguirá siendo un misterio, pero algunas personas juran que, en los años 70, cerca de Gianturco, había una especie de corriente que podía ser un afluente del Sebeto y que, con posterioridad al cólera que se cernió sobre Nápoles, volvió a enterrarse. Hay quienes dicen que una inundación repentina de las casas que están cerca del Centro Direzionale, se produjo por la aparición sorpresiva del Sebeto que, repentinamente, se elevó desde su vía subterránea en la que el hombre lo forzó a permanecer.
Y, probablemente, el Sebeto todavía fluya en el interior de Nápoles oculto a la luz del día, en busca de una grieta que le permita retomar su curso misteriosamente interrumpido.
¿Quién sabe si un día no se presenta en la superficie cargado de tesoros perdidos para, finalmente, arrojar un poco de luz sobre los misterios que lo ahogaron en la oscuridad, lejos del sol.

Fuente: http://www.gialli.it/la-leggenda-del-sebeto

8 comentarios:

  1. En Nápoles estuve una sola vez, en mi primer viaje a Italia. Paré en la casa de un tía y un primo (¡muy buen mozo!) me hizo de cicerone... Me encantaron los "vicoli", el Vomero y su vista, como también el parque de Capodimonti.
    Lindos recuerdos, gracias Patzy.
    Besos

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    1. Ay, ay, ay...esos "vicoli" son mi perdición, en cualquier parte que sea (obviamente no están sólo en Napoli...los de la Umbria ni te cuento que bonitos son). Yo allí es, siempre, donde más fotos disparo! Es un paisaje urbano tan europeo ese, que me atrapa! Y me figuro a tu primo del sur...jeje...los italianos del sur son los que más aspecto de "latin lover" tienen. Gracias por pasar, y abrazoooo

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  2. Siempre he tenido ganas de conocer Nápoles y ahora que he visto tu Entrada hermosa y completa, más Todavía.
    Espléndida Entrada que deslumbra.
    Abrazos y besos.

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    1. Pedro, si no conoces Italia, no sólo Nápoles, es un viaje que te recomiendo de corazón! Todo lo que descubras por allá es fantástico. Aquí yo sólo publico algunas cosas que puedan resultar originales (porque hay muchos blogs de viajeros con ricos contenidos), pero allá, en directo, no paras de sorprenderte. Gran abrazo, y gracias por pasar.

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  3. Curioso arco y no menos curiosa leyenda.
    Vengo de comer en un restaurante italiano donde me ha invitado uno de mis hijos y me encuentro precisamente con esta entrada tan napolitana. Curioso ¿no?
    Un saludo.

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    1. De lo cual deduzco que has comido algo napolitano...mmm qué rico!!! Aquí es la hora de almorzar, ahora mismo, así que me parece que me has tentado con algo a mí! je! Saludos, Cayetano. Siempre un placer recibirte.

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  4. Más bien algo florentino, una ensalada con diversos quesos y pizza con huevos frescos.
    Saludos.

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    1. Con mi marido seguimos discutiendo aún hoy, sobre si la pizza argentina es mejor o no que la italiana! Je! Imagina...aquí se hacen muy buenas pizzas, de verdad, a él le gustan más las de aquí. Pero yo, como era de esperarse, una vez que comí pizza italiana, nunca más probé las argentinas! Cada cual con lo suyo! Jeje...Así que te envidié un poco el menú. Besos!

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