Páginas

viernes, 15 de marzo de 2013

Nápoles, capital de la Campania

Al sur de Roma, Nápoles se enclava en el Golfo del mismo nombre, siendo la capital de Campania, la región de Italia bañada por el Mar Tirreno, justo al sur de la región Lazio. 
Nápoles es la ciudad más poblada del sur de italiano, tiene cerca de 1 millón de habitantes en 117 km2 y su área metropolitana es de aproximadamente 2,5 millones de habitantes. Su gran riqueza histórica, artística, cultural y gastronómica, llevó a la UNESCO a declarar su centro histórico Patrimonio de la Humanidad. La bella ciudad tiene aires griegos, romanos, normandos y españoles.


Nápoles se construyó a unos kilómetros de una ciudad existente, "Partenope" o "Palépolis" (ciudad vieja). En la mitología griega Parténope era la menor de las tres sirenas que desde las rocas de Capri intentaron con sus cantos seducir a Odiseo, quien se ató al palo mayor consiguiendo así ser de los pocos mortales en disfrutar de los bellos cantos sin morir ahogado después. La sirena, desesperada, se ahogó de pena y su cuerpo llegó a la costa de la ciudad vieja. Los colonos griegos sin embargo, prefirieron un área cercana que bautizaron como “Néa Pólis”, la ciudad nueva. Más tarde el término en napolitano pasó a pronunciarse Napule y en italiano, Napoli.

Costa Amalfitana - Positano - Golfo de Nápoles -
Foto: http://galeriafotograficadeitalia.blogspot.com.ar/

La historia de la ciudad empieza con los griegos de Eubea, que a comienzos del siglo VIII a. C. fundaron en la isla de Ischia, la que fue probablemente la primera colonia griega de Occidente: Pitecusa. En ese mismo siglo, los colonos huyendo de importantes fenómenos geológicos abandonaron la isla y fundaron la ciudad de Cumas. Gentes de esta ciudad fundaron un siglo más tarde (siglo VII a. C.) la ciudad de Parténope en la colina de Pizzofalcone. 
El siglo XVI fue uno de los períodos más prósperos de la historia napolitana. Los virreyes españoles, que gobernaron el reino en nombre de Fernando II de Aragón, Carlos I y posteriormente Felipe II, restablecieron el orden entre la nobleza local. 
Pero sin lugar a dudas Nápoles tiene su período de esplendor durante los Siglos XVIII y XIX como capital del Reino de las Dos Sicilias. Bajo la dinastía Borbón se realizan la gran mayoría de los palacios y museos de la ciudad, que paso a ser uno de los polos culturales y de desarrollo industrial más importantes de Europa, aunque después de la Unificación de Italia, las sucesivas malas administraciones, hicieron que la ciudad entrase en decadencia. 
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, Nápoles se convierte en una gran aglomeración que desborda ampliamente su antiguo perímetro histórico. El 23 de noviembre de 1980 ocurrió un terremoto que provocó profundas trasformaciones: la ciudad comenzó a extenderse desde entonces hacia el sur, hacia el este, en la comarca de Nola y en el cinturón de pueblos al pie del Vesubio, y hacia el norte, hasta Caserta y a lo largo de la costa.

En noviembre de 1980, en la provincia de Avellino (cerca de Nápoles),
2.700 personas fallecieron en el terremoto más devastador
de la historia reciente de Italia, con una magnitud de 6,9.
 Los heridos fueron 8.800, más 280.000 evacuados. Foto web

Desde 1994, cuando fue sede de la cumbre del G-8, Nápoles emprendió una política de reestructuración que ha cambiado profundamente el perfil de la ciudad. 
Las calles de Nápoles son, en muchos casos, estrechas, con edificios altos a los lados, que dejan pasar poca luz, y cargados de ropa colgada, de lado a lado, que le dan ese aspecto tan característico. En los bajos de estos edificios se encuentran pequeñas tiendas con mucha actividad, como ocurre en la mayoría de los pueblos italianos. Uno de los barrios más característico es el de los españoles. 

Pero Nápoles es particularmente famosa por sus castillos, palacios y museos, tiene 4 castillos importantes, una galería, la Umberto I, similar a de Milán, y varios palacios. 

Castillo Maschio Angioino - Nápoles- Foto web

El Castillo Maschio Angioino (Hombre de los Anjou), más conocido como Castel Nuovo, fue construido entre 1279 y 1282 por Carlos I de Anjou. En tiempos de Roberto de Anjou, uno de los más notorios mecenas de su tiempo, se hospedaron allí grandes figuras de las artes y las letras, como Petrarca o Boccaccio, quién escribió el Decamerón entre sus muros. El castillo posee cinco torres que son los puntos de unión de las gruesas murallas (Torre di Guardia, Torre di Mezzo, Torre di San Giorgio, Torre del Beverello y Torre dell'Oro), y un arco de triunfo de mármol (Arco d'Alfonso d'Aragona), el cual fue construido en el siglo XIII para celebrar la entrada de Alfonso V de Aragón (I de Nápoles) en la ciudad el 26 de febrero de 1443.
La sala central del castillo, es la monumental Sala dei Baroni (Sala de los Barones), así llamada debido a que en el año 1487 fueron arrestados en este lugar, los Barones que conspiraron contra Fernando I de Nápoles. 

Castel dell´Ovo - Nápoles - Foto web

El Castel dell’Ovo (Castillo del Huevo) se llama así porque, según la leyenda, Virgilio habría escondido en el interior del castillo un huevo que soportaría la estructura del edificio, y que, de romperse, provocaría el hundimiento de la fortaleza y la ciudad padecería grandes catástrofes. 
Está situado en el islote de Megaride, donde en el siglo VII a. C. desembarcaron los cumanos que fundaron Parténope. El castillo era parte de la villa del romano Lucio Licinio Luculo, que fue fortificada por Valentiniano III y que albergó al depuesto Rómulo Augusto, último emperador romano, muerto poco después. 
Lujosa villa en tiempos del Imperio, fortificada en el siglo V y arrasada por los propios napolitanos en el siglo X para evitar su captura por los sarracenos. Los aragoneses llevaron a cabo la última reestructuración significativa. 
Más tarde el castillo fue reconstruido y restructurado por los normandos (1128) y por los españoles en sendas ocupaciones. Actualmente, se permite la entrada al público. Se puede apreciar la majestuosidad de la fortaleza, la terraza con cañones y la muy característica villa marina al pie del castillo.

Palacio Real - Nápoles - Foto web

El Palacio Real de Nápoles fue iniciado en el año 1603 por el virrey de Nápoles, el Conde de Lemos, en previsión de una posible visita del rey Felipe III de España a la ciudad que no se llegó a hacer nunca.

Con respecto a los edificios de culto, un viajero francés (Jean-Jacques Bouchard), que en el 1632 visitó Nápoles, anotó en su diario (hoy conservado en París) las impresiones de ese viaje: 

«Las iglesias de esta ciudad albergan la más grande belleza y la más grande magnificencia... no dudo que las iglesias de Nápoles igualan, y hasta superan a las de Roma en grandeza, belleza de arquitectura, dorados y otros enriquecimientos, pero sobre todo en la suntuosidad de los ornamentos de plata, siendo todos adornados con grandes mantas, terciopelos y sedas doradas. Creo que las iglesias de Nápoles superan también en número a las de Roma».



Duomo di San Genaro - Nápoles - Foto web

La Catedral o Duomo de Nápoles es todo un compendio histórico de estilos arquitectónicos. Probablemente, en la Antigüedad, en su sitio se erguía un templo de Apolo, consagrándose el primer templo cristiano en tiempos de Constantino, siglo IV.

Galería Humberto I - Nápoles - Foto web

La Galeria Umberto I es similar a la Galería Vittorio Emanuele II situada en Milán, se trata de una de las mayores atracciones turísticas de Nápoles. Un amplio espacio acristalado inundado de luz donde se ubican tiendas, restaurantes y bancos.

Plaza del Plebiscito - Nápoles - Foto web

Es una de las mayores plazas de la ciudad, ubicada en pleno centro, a un paso del famoso café Gambrinus, y entre los edificios del Palacio Real y del Teatro de San Carlos.
La plaza tiene forma de elipse y cuando dejó de usarse como sitio para aparcar volvió a recuperar su antiguo prestigio de espacio público adonde a veces se celebran espectáculos al aire libre.

Transporte público napolitano - Foto web

Moverse con el sistema de transporte público napolitano puede llegar a ser dificultoso porque las líneas de autobús son muchísimas y la información sobre las líneas y horarios no son siempre claras. Pero Nápoles es una ciudad bella para conocer a pie y disfrutar de su encanto. 
Para utilizar tanto los buses como el metro, no hay que olvidar tener el ticket correspondiente, ya que se realizan frecuentes controles, incluso a altas horas de la noche, y las multas por incum0plimiento suelen considerables. Los tickets, como en toda Italia, se pueden adquirir en tabaquería y bares, y se deben validar al subir al autobús.
Un método alternativo (y bastante cómodo) para conocer la ciudad es tomar el bus turístico llamado “City-sightseeing”, esos de dos pisos descapotados, que le dan la vuelta a toda la ciudad, haciendo paradas en las mayores atracciones. La parada principal de estos buses se encuentra en la Plaza del Municipio, aunque se puede iniciar el recorrido en cualquiera de sus paradas intermedias. 
En muchísimas zonas del centro se encuentran carteles llamados “las calles del arte” que señalizan la ubicación de los monumentos y locales más importantes alrededor, son señales para hacerles caso!
Algunas de las calles más turísticas son la Vía Toledo, vía Chiaia y Vía San Gregorio Armeno: la famosa calle de los “artesanos de nacimientos”, donde se venden pesebres durante todo el año, de todos los tamaños, tipos y colores, construídos con los materiales más insólitos y originales: La mayor particularidad de éstos nacimientos napolitanos es que cada año se introducen nuevas estatuas y figuras, que pueden representar también a políticos u otros personajes públicos, realmente divertido( hay pesebres con Barak Obama, Maradona, George Clooney o Berlusconi).

Via San Gregorio Ameno - Nápoles - Foto web
Un cartuchero - Imagen en la calle de los Belenes
Nápoles - Foto web

Otra calle famosa, tal vez la más importante, es la llamada “Spaccanapoli” ( “Rompe-Nápoles”), una larga avenida que divide el centro histórico en dos partes iguales, y recorrerla es como atravesar toda la historia de Nápoles junta, pues en el transcurso se encuentran monumentos testimonios del pasado de la ciudad y sus tesoros artísticos.

La Spaccanapoli, una avenida que divide en dos
el centro histórico de Nápoles - Foto web

Existe también una “Nápoles Subterránea”, intrincado recorrido de túneles, cavernas, cisternas y pozos que se extiende a 40 metros de profundidad, todos ellos excavados hace más de 5000 años por los primeros habitantes y por los colonos griegos, los cuales hacían estos túneles para obtener el material pétreo que luego utilizarían en la construcción de fortificaciones, templos y casas justo encima. Estos túneles se pueden visitar desde la Plaza San Gaetano, al final de la Calle de los pesebres, donde se encuentra uno de los accesos.

Reliquia de San Genaro - La sangre licuada del Santo
Duomo de Nápoles - Foto web

Entre los símbolos más representativos de la ciudad tenemos a su famoso patrón San Genaro, cuyas reliquias se guardan en la capilla de la catedral de Nápoles, y del cual se celebra cada 19 de Septiembre el milagro de la licuefacción de la sangre del santo.

Pulcinella napolitano - Foto web

Entre otros símbolos de la ciudad tenemos al personaje carnavalesco Polichinela, o el cuerno rojo de la buena suerte. Pero el emblema por excelencia, y que es obligado probar, es la pizza napolitana, en su multitud de restaurantes y pizzerías podremos disfrutar a buen precio de este plato, en la ciudad donde presuntamente se inventó entre el siglo XVI y el siglo XVII…

Farallones - Capri - Foto web

Para quien visite Nápoles, es casi obligado reservar un día para visitar la isla de Capri, escenario de varias novelas y películas, donde el emperador romano Tiberio estableció su residencia en el año 29 d.C., con sus tiendas y hoteles de lujo, es destino vacacional desde los años 50 de la jet set europea y mundial. Perdiéndose por las estrechas calles, da la sensación de que el tiempo se haya detenido para observar de la mezcla de colores que ofrecen el paisaje de la isla, el agua azul celeste difícil de distinguir del cielo, el verde profundo de la vegetación y el blanco de las casas en las que parece no habitar nadie por el silencio que se respira. 
Para ver las típicas vistas de postal de Capri, hay dar un paseo por la Vía Krupps, diseñada por el Ingeniero Alemán que le da nombre, y que nos lleva desde los jardines de Augusto hasta Marina Piccola en un impresionante zigzag excavado en la roca de la isla.


Gruta azul - Capri - Foto web


Fuentes http://es.wikipedia.org - http://www.minube.com - http://www.conociendoitalia.com - http://guias-viajar.com

Quizás también pueda interesarte:

10 comentarios:

  1. Una preciosidad de fotos. Nápoles me recuerda mucho a esas localidades del sur de España, con ese azul intenso, los mercadillos y tenderetes, la vida bulliciosa de gentes que se echan a la calle porque el clima lo permite. Es algo tan cálido y mediterráneo...
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto a la vida social...el bullicio, el culto a la amistad, las tertulias en los bares y cafés, la manera de hablar en voz alta, la gesticulación al hablar...los napolitanos son los más parecidos a los argentinos. Así que con lo que tu me cuentas, y he de creerte porque no conozco aún España, descubro que Nápoles tiene un poco de vosotros y un poco de nosotros! Ya ves! Je! Abrazooo, Cayetano.

      Eliminar
  2. Patzy, mi hermana nació en Avellino, donde se conocieron mis padres. Mi papá, militar, había sido destinado allí. Después se fueron a Torino.
    En Nápoles, cuando la visité, vivían dos hermanos de mi padre. Me acuerdo lo que me impresionó Spaccanapoli, el dédalo de callecitas retorcidas y la ropa colgando de los balcones.
    Y Capri no hay calificativo para definirla. Hay que verla.
    Gracias por pasearme por tantos recuerdos.
    Un abbraccio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno de mis abuelos, arquitecto y pintor, era de Salerno...ahí cerquita. Tiene una historia muy bonita, que algún día contaré aquí, pero como le comenté a Cayetano más arriba, la gente del sur italiano tiene mucho de nosotros, los argentinos, o al revés...dado que fueron ellos, como tus padres por ejemplo, los que han venido aquí a darnos estas características a sus descendientes. Gracias por pasar, Mirella. Gran abrazoo

      Eliminar
  3. Ser napolitano... Simplemente una bendizzione piu grande. Grazie a dio sono italiano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eh, si, hai ragione d´essere orgoglioso, Napoli è molto bella! Congratulazioni! Grazie per aver visitato il mio blog. Un saluto!

      Eliminar
  4. Pido disculpas a Venezia y Roma, hermosisimas ciudades, pero dentro de Italia como Napoli ninguna. No es una ciudad facil, es necesario hacer un esfuerzo y sobreponerse a la primera impresion, pues los puntos de interes no se muestran con facilidad. Pero contemplar el Golfo, el Vesubio y las Islas mientras saboreamos una incomparable pizza Margheritta o una sfogliatella calda no tiene parangon. Sin contar el impresionante patrimonio cultural, artistico e historico. Pero no es solo la ciudad, sino todo lo que no puede perderse fuera de ella: Pompei y Ercolano, Capri, Ischia, Sorrento, la Costiera Amalfitana con esas poblaciones impresionantes, de las cuales destaco Positano, Ravello y Amalfi. Y la gastronomia...no hay palabras para definirla. Bien es como siempre se ha dicho: VEDI NAPOLI E POI MUORI.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, acepto tu entusiasmo, porque Nápoles es muy bella...aunque todo eso que mencionas no es Nápoles específicamente, sino diferentes ciudades de la región Campania ubicadas sobre el Golfo de Nápoles. En el caso de tu ejemplo, seríamos más justos con Roma o con Venecia, si nombraramos todas las localidades, también bellas, que las rodean a ambas...te puedo asegurar que son muchas, y maravillosas! De todas formas, siempre uno tiene su predilección. Los argentinos, por ejemplo, solemos identificarnos bastante con los napolitanos, y eso nos hace sentir como en casa, lo que no es menor al disfrutar de un lugar en el mundo. Te agradezco la visita y comentario, regresa cuando gustes. Abrazo!

      Eliminar
  5. Desde niño, me contaron todos los cuentos y leyendas de "esa tierra de esa lontana región", me acunaron con esos cuentos, leyendas y canciones, mis padres solian cantar todas las canzonetas napolitanas, en especial mi padre mientras trabajaba. Hoy me desperté cantando Cuore Ingrato, no se bien porqué, pero así fue, y para cantarla bien, la busque en la compu, la encontre, y la cante... también encontre este blog, que vi y leí con atención. me sorprendió la labor y tratamiento de la información. Me gustó mucho.
    Tengo que regresar a Italia y conocer Nápoles. Es preciso. Cuando lo hice, los lugares que vi me sorprendieron por maravillosos, familiares y conocidos por tantas histórias contadas, los olores, los sonidos, las imágenes, me devolvieron todo eso que estaba incompleto en mi mente y en mi corazon, se completó mi historia y supe de qué estaba enamorado. También me di cuenta que tenia dos amores y que estaba dividido y spaccato (rajado al medio o agrietado) por una parte esa Italia de la que me privaron por la inevitable inmigración, y por otra de este maravilloso regalo que me dieron de la nueva tierra Argentina. Y... acá estoy viviendo aqui pensando en allí y cantando ,hoy, cuore ingrato, mañana no se, tal vez o sole mio, mi buenos aires querido o a marechiare.
    Vito Ascolese. vitoascolese@yahoo.com.ar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Vito! Por si no regresas por aquí, te reenviaré esta respuesta a tu mail. De todas formas, no quería dejar de agradecerte en este, mi espacio en la web, el hermoso comentario que has dejado. Ser "bloguero" es un trabajo, algunas veces, sacrificado. Te insume mucho tiempo (que obviamente nadie paga), y te mueve sólo la pasión o el "amor al arte", como suele decirse. Así que, palabras como las tuyas, el saber que lo que uno hace, aunque se trate modestamente de informar o de difundir un país, como en este caso, sirve para mucho, para movilizar, para interesar, para disfrutar. Me alegra porque te diría que compartimos la misma nostalgia. A veces siento que "no soy de aquí, ni soy de allá", como cantaba Facundo Cabral. Por eso comprendo perfectamente tu entusiasmo por volver a la tierra de tus ancestros, a la querida y bella Napoli, que también es parte de mis propios ancestros. Allí convergemos, más tarde o más temprano, allá o aquí cantando "mi buenos aires querido" o "marecchiare". Un placer. Grande abbraccio.

      Eliminar