Coliseo y gladiadores

LOS GLADIADORES

“Por casualidad, a mediodía asistí a una exhibición, esperando un poco de diversión, unos chistes, relajarme... Pero salió todo lo contrario... Estos peleadores de mediodía salen sin ningún tipo de armadura, se exponen sin defensa a los golpes, y ninguno golpea en vano... Por la mañana echan los hombres a los leones; al mediodía se los echan a los espectadores. La multitud exige que el victorioso que ha matado a sus contrincantes se encare al hombre que, a su vez, lo matará, y el último victorioso lo reservan para otra masacre. Esta clase de evento toma lugar estando casi vacías las gradas... Al hombre, sagrado para el hombre, lo matan por diversión y risas.” Esta descripción hecha por Séneca (ministro del Imperio romano), nos da una idea cabal del dramatismo y la violencia que se vivía en estas “fiestas” del Coliseo en la antigua Roma. Mosaico romano - Foto web Se llamaba “gladiador” a quien batallaba con otro, o con una bestia, en los juegos públicos, y dicen que ese vocablo deriva de la palabra “gladius”, nombre de la espada que utilizaban en combate. Dependiendo de su manera y forma de combatir, existían varias clases de gladiadores, y se los distinguía según llevaran o no casco, o por la forma del mismo, o del escudo, o de la espada o o de la red o, incluso, por la habilidad que algunos de ellos presentaban para la lucha. Respecto de los de la época republicana, no tenemos hoy mucha información acerca de las armas que utilizaban. Probablemente, eran similares a las de los pueblos derrotados por Roma como los samnitas. El samnita era un gladiador equipado con casco con cresta, escudo superior y una greba en la pierna izquierda. En la época imperial, Augusto reformó las clases de gladiadores y nacieron los siguientes tipos principales de gladiadores: los andabatae (usaban casco con abertura sólo para sus ojos), los équites (iban a caballo o en carroza), los mirmillone o mmirmos (que procedían de la Galia- hoy Francia-), los raciarius (no llevaban protección y usaban túnica con un cinturón ancho de cuero) los retiraii (que usaban red, tridente y puñal), los secutors (los más valientes, que llevaban espada, escudo y casco con visera), los tracios (usaban espadas largas o cortas, tridentes, escudos cuadrados y casco sin visera), etc. , aunque existían otros más raros y de los que hemos recibido muy poca información. Las luchas entre ellos, cuyos orígenes habría que buscarlos en las costumbres funerarias de los etruscos del siglo VI a.C., llegaron a ser tan populares que se debieron reglamentar con leyes especiales, y fueron tan famosos que poetas y artistas los recordaban en sus obras. “Pollice Versa” Óleo sobre tela de Jean Léon Gérôme (1824-1904) Foto web

EL COLISEO, UNA DE LAS NUEVAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO

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En muchas de las imágenes que recordamos de nuestros libros de la infancia y adolescencia, al menos de los libros que podían tener que ver con una amplia gama de temas como historia, religión, política, arquitectura, etc., aparece esta figura emblemática de Roma: el Coliseo o Anfiteatro Flavio, el anfiteatro más famoso del mundo, símbolo de la ciudad imperial, gran contenedor de juegos y espectáculos, capaz de albergar hasta 50.000 espectadores, cuya construcción en el área extrema del Foro Romano comenzó a realizarse en la era Vespasiano (año 72 d. C.), mientras que su apertura se produjo en la época del emperador Tito (año 80 d. C.) y que, posteriormente, sufrió cambios definitivos durante el período de gobierno de Domiciano.
Este coloso fue utilizado en la Roma antigua, para la realización de espectáculos de gladiadores y otros eventos públicos, como programas de caza, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El axioma “panem et circenses”, que las autoridades romanas llevaron a cabo con eficiencia, hizo que los romanos entendieran que el ocio y la diversión eran componentes fundamentales para que una sociedad se sentíera a gusto con su forma de organización social y política.



Entre las representaciones llevadas a cabo en el Coliseo, estaban las teatrales, la visita a las termas per, por encima de todas, las predilectas por el pueblo eran aquellas que se realizaban en los circos y en los anfiteatros. En los circos se corrían carreras de carros, habitualmente de siete vueltas alrededor de la spina, que podían llegar a durar un día completo, y los competidores se organizaban en bandos diferenciados por distintos colores Por ejemplo, en la época de Augusto, había cuatro las equipos principales: el Albata (de color blanco); el Russata (de color rojo); el Veneta (de color azul), y el Prasina (de verde).
Pero la otra gran diversión favorita de los romanos, eran las luchas presentadas en los anfiteatros, principalmente entre gladiadores, aunque también podían ser entre fieras, o entre hombres y fieras. Los violentos festejos podían durar varios días, y los romanos vivían apasionadamente ese ambiente de griteríos y olor a sangre y muerte, que disimulaban quemando continuamente hierbas aromáticas.
Una vez que accedes al Coliseo, es casi imposible resistir la emoción que conlleva el imaginar todo esto que sucedido allí mismo, hace siglos atrás.

SABÍAS QUE…?
- Existe actualmente en Roma una escuela de gladiadores, donde se puede aprender a luchar con espadas, mazas y garrotes y donde se hacen competencias, aunque amistosas, como en la antigüedad, y por las cuales algunos turistas pagan 200 euros de inscripción? - En la antigüedad también había mujeres gladiadores y que eran uno de los espectáculos más disfrutados por los asistentes?